En una medida que sacude al sector gastronómico, la cadena internacional Burger King, gestionada en Argentina por el grupo mexicano Alsea, ha puesto a la venta su operación local y corre riesgo de desaparecer del país si no aparece un comprador.
La decisión responde, según la empresa, a la crisis económica y al desplome del poder adquisitivo impulsado durante el modelo económico implantado bajo el gobierno de Javier Milei.
Burger King llegó al mercado argentino a fines de la década de 1980, con el paso del tiempo creció hasta alcanzar más de cien sucursales bajo Alsea, que también opera Starbucks en Argentina.
La operación local fue puesta en venta a través del banco BBVA, que ya busca potenciales compradores — fondos, cadenas gastronómicas, operadores locales — ante el riesgo de que la marca desaparezca si no hay una oferta válida.
El motivo principal es la caída pronunciada del consumo en Argentina, exacerbada por las políticas económicas del gobierno de Milei. El consumo masivo acumula más de 15 meses consecutivos de descenso, con caídas interanuales superiores al 10 % en rubros como alimentos, limpieza, higiene personal y bebidas.
Una encuesta de la consultora Moiguer reveló que el 71 % de los argentinos dejó de hacer asados familiares, y más de la mitad suspendió salidas sociales o compró menos café, helado o golosinas.
En ese contexto, mantener una cadena de comida rápida con altos costos operativos, alquileres, energía y salarios, resulta cada vez menos viable.
IMPACTOS INMEDIATOS
- Empleos en riesgo: muchos trabajadores podrían verse afectados si la operación se liquida o reorganiza.
- Menos opciones para el consumidor: Burger King competía con McDonald’s, Mostaza y otras cadenas; su salida reducirá la oferta.
- Efecto simbólico: el retiro de una marca internacional muestra las dificultades que enfrenta el sector privado bajo el modelo de ajuste.
- Erosión del mercado interno: empresas que dependen del consumo masivo sienten el golpe y podrían retraer inversiones o cerrar negocios.
DETERIORO ECONÓMICO BAJO MILEI
La salida de Burger King se inserta en un panorama más amplio de crisis del consumo y caída económica:
- En 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) argentino cayó entre 1,7 % y 1,8 %, según distintas fuentes.
- Sectores como la construcción, la industria manufacturera y el comercio sufrieron descensos de doble dígito.
- La inflación, aunque con signos de desaceleración en algunos meses, sigue erosionando los ingresos reales de los hogares.
- En el primer año del gobierno de Milei, el consumo privado en supermercados y locales mayoristas cayó más del 10 %, ampliando el desplome del mercado interno.
El anuncio de que Burger King se marcha de Argentina simboliza una alerta para todos los sectores cuando cae la demanda y el poder de compra se desploma, ninguna marca —por grande que sea— está exenta. La decisión de Alsea refleja no solo una operación empresarial, sino el costo político y social de un modelo que ha endurecido la vida cotidiana de millones.
