En la ciudad San Pedro Sula alrededor de 200 participantes de 25 países, incluidos ministros de gobierno, representantes de sociedad civil, de instituciones internacionales financieras y de las Naciones Unidas, se reúnen en San Pedro Sula del 15 al 17 de julio en un foro que es clave para fortalecer los compromisos con los Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe.
El “XI Foro Regional de Alimentación Escolar para América Latina y el Caribe”, organizado por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP) y el Gobierno de Honduras, es un espacio de alto nivel para que los líderes transformen la alimentación escolar en un motor de protección social, sostenibilidad e inclusión.
En América Latina y el Caribe, 80 millones de niños y niñas reciben comidas cada día en las escuelas, gracias a una inversión estimada en 7,600 millones de dólares al año. Además, los gobiernos latinoamericanos y caribeños apuestan cada vez más por los productos de cercanía para sus colegios, estimulando los mercados locales e incluyendo alimentos de temporada en los menús escolares.

Con un costo de 4,56 dólares por persona al día, 180 millones de latinoamericanos no pueden permitirse comer bien.
Para 2050, los impactos climáticos podrían aumentar el costo de una dieta saludable hasta en un 34%.
“Debemos llegar a las y los estudiantes en zonas vulnerables. Las que están afectadas por sequía, por degradación ambiental y exclusión social —el Corredor Seco, las zonas altoandinas, la Amazonia. En comunidades afectadas por conflictos, desplazamiento y migración. En lugares con alta desnutrición, poco acceso al agua y a servicios de salud, y creciente inseguridad alimentaria urbana”, explica Lola Castro, directora regional de WFP en América Latina y el Caribe. “Garantizar calidad y cobertura en un contexto fiscal limitado no es fácil. Pero sabemos que vale la pena”, añade.
WFP acompaña los esfuerzos de los gobiernos de la región para asegurar la consolidación de los programas de alimentación escolar. Y Honduras se suma a la lista de países que han sido sede de los foros regionales de alimentación escolar, promoviendo espacios a favor de la niñez desde hace dos décadas.
En el país, más de 1.2 millones de niñas y niños reciben una alimentación escolar sustentable en más de 20,000 centros educativos de prebásica y básica a nivel nacional, destinando una inversión de más de 3,600 millones de lempiras entre el 2022 y el 2025. Superando la entrega de más de 79,000 toneladas métricas de alimentos fortificados que previenen la anemia y desnutrición infantil.
El Programa Nacional de Alimentación Escolar que implementa la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) a través del Programa de Acción Solidaria (PROASOL) busca garantizar la seguridad alimentaria, la permanencia en los centros educativos y el desarrollo integral de futuras generaciones como una estrategia de reducción de pobreza.
Cubriendo cerca del 43% de la población en edad escolar matriculada en escuelas gubernamentales, incluyendo 97,400 niñas y niños que representan a los 9 pueblos originarios y afrohondureños en 1,074 centros educativos del país.
La ministra de Desarrollo Social, Mirtha Gutiérrez, afirmó que “la niñez está en el centro de las políticas de protección social y lucha contra la pobreza en Honduras. El Programa Nacional de Alimentación Escolar no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también impulsa la reinserción escolar y combate la desnutrición infantil. Desde la SEDESOL, estamos preparados para implementar esta política pública como una estrategia de Estado, orientada a fortalecer la gobernanza y asegurar la continuidad sostenible del programa.”
CAMINO A LA CUMBRE GLOBAL DE ALIMENTACIÓN ESCOLAR
En un esfuerzo coordinado con la Secretaría de Educación, se han consolidado más de 4,000 huertos escolares con el fin de mejorar la ración fresca y se ha creado la Red Nacional de Escuelas Agrícolas integrada por siete escuelas y más de 200 institutos comunitarios y centros educativos asociados.
“Este foro regional es un espacio trascendental para dar a conocer las buenas experiencias que se están desarrollando en la entrega de alimentación escolar, el país está construyendo una política de autonomía alimentaria promoviendo que los productos que se entreguen en las escuelas se produzcan en las comunidades”, afirmó el secretario de Educación, el profesor Daniel Esponda.
La alimentación escolar es uno de los programas sociales de mayor envergadura y mejor funcionamiento de la región, pero el alcance de estos programas es aún muy desigual entre países: algunos destinan sólo 10 dólares al año por niño, mientras que otros invierten hasta 293 dólares.
Durante los tres días del Foro, los participantes profundizarán en el valor de la alimentación escolar para una mayor protección social, explorarán el rol de las escuelas como catalizadoras de sostenibilidad y resiliencia y promoverán la alimentación escolar con enfoque en pueblos originarios.

